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Mostrando las entradas etiquetadas como Rescate del Río Mayo

Empiezan acciones de rescate del río Mayo

En el marco del programa “Salvemos nuestras raíces”   Navojoa/VdM, 04 de noviembre Con el firme objetivo de rescatar el río Mayo se han estado llevando a cabo las etapas del programa “Salvemos nuestras raíces”, para lo que el Gobierno Municipal dio a conocer las acciones que se han realizado y las que están por venir, además de invitar a la ciudadanía a sumarse y formar equipo ante la situación. El director de Ecología Municipal, Cristian Corral, especificó que este programa inició con la elaboración de tazas para un mejor aprovechamiento del agua, posteriormente se agregó estiércol y aserrín para mayor aportación de nutrientes. Argumentó que se procedió a la poda de árboles, de acuerdo a lo que marca la Ley del estado de Sonora, esto con el objetivo de evitar situaciones de riesgo a causa de las ramas secas. Además de propiciar un beneficio para los árboles y aumentar la posibilidad de que vuelvan a crecer. Explicó que lo siguiente es reforestar, plantando siete árboles, p

Implementan rescate urgente de arboleda del área recreativa del Río Mayo

Personal del Ayuntamiento y hasta familias se encargan de formar tazas para regarlos.   Navojoa/VdM, 09 de octubre La Dirección de Ecología de Navojoa realiza un esfuerzo en busca de recatar los escasos árboles de álamo que se encuentran vivos en el área recreativa del río Mayo. Para ello, a través de las direcciones de Obras Públicas y Servicios Públicos forman grandes tazas alrededor de los árboles para que reciban agua, líquido que es abastecido a través de camiones cisterna propiedad del ayuntamiento. Al esfuerzo por ayudar a sobrevivir a los centenarios árboles se han unido familias, que han adoptado estas plantas y llevan agua en sus vehículos “Lo que se considera esparcimiento familiar, ¡miré!, ¿ahora cómo le hacemos con la sombrita?”, preguntó José Miguel García, vecino de la colonia SOP, que junto con su familia adoptaron un álamos, plantado hace aproximadamente dos décadas. “No basta decir: ¡pobrecitos los árboles!. No basta decir: ¡Qué lástima me dan!, pero si no h