Para entender lo que está sucediendo en Cuba es necesario haber estado en Cuba, caminado sus calles, platicado con sus habitantes... Por Andrés A. Solis* Estado de México/VdM, 14 de julio La primera vez que fui a Cuba fue en el marco de un encuentro de periodistas. La penúltima noche de mi estancia concluyó con una acalorada, pero muy cordial discusión entre colegas cubanos y un grupo que integramos una ecuatoriana, un colombiano, un español y dos mexicanos. Nuestro argumento fue que en Cuba no existía (ni existe) el derecho a la libertad de expresión, ni una prensa libre. Cuando regresé a la isla, unos años después, me encontré con el típico modelo de acoso desde el Estado. La agente migratoria que me recibió en el Aeropuerto Internacional de La Habana, “José Martí”, hizo lo imposible para impedir o al menos retrasar mi ingreso y esto tardó cerca de media hora. Todos los días percibí la presencia de la policía uniformada detrás de mí y de personas que bien podrían se