Mensajes que incitan al odio, a la violencia, a la discriminación, al menosprecio o que pretenden acusar en falso o mentir deliberadamente, de ninguna manera pueden tener el cobijo de la libertad de expresión. Por Andrés A. Solis* Estado de México/VdM, 12 de enero Quiero parafrasear a mi querido amigo y colega Juan Carlos Sánchez Díaz, director general de Poblanerías en Línea. Las redes sociales son como ir al centro comercial, son empresas privadas y si incumples sus reglas, te sacan de la plaza. Y eso fue precisamente lo que sucedió estos días con el aún presidente de Estados Unidos, Donald Trump y sus perfiles en las principales plataformas sociales de su país: Twitter, Facebook e Instagram. Y es que el retiro de este personaje de estos canales de comunicación obedeció a que violó las condiciones de uso al haber publicado mensajes de odio y que fueron interpretados como incitación a la violencia. Desde que Trump es presidente ya había tenido enfrentamientos p