Te invito a conocer a San Bernardo, sus bellezas y a su gente.
Por Emilio Borbón Willis
Navojoa/VdM, 29 de enero
Mi pueblo, del cual me siento muy orgulloso de haber nacido, cuenta con cosas y seres emblemáticos, los cuales son fácilmente reconocidos.
Así es como San Bernardo, en municipio de Álamos, cuenta con
los pilares de piedra únicos en México, y últimamente muy conocidos por haberse
construido una presa cerca.
En lo que se refiere a las personas haré un recordatorio cronológico
de ellos. iniciamos con Miguelito Argüelles, primer alumno que salió del pueblo
a estudiar con el profesor Leonardo Magaña, en Navojoa; siguiéndole Carmelo Rosas
Buicamea, que también estudio en la misma escuela, llegando ambos a ser muy
importantes en el Banco Nacional y en una institución de crédito agrícola de Navojoa.
Después, los hermanos Sergio y Epifanio Lugo, los hermanos Lagarda,
sin olvidar a mi amigo, al líder campesino Juan de Dios Terán, y el primer
maestro egresado de El Quinto: Pedro Borbón Coss.
A ellos se debe haber abierto “brecha con el machete, en la
selva de la ignorancia de mi pueblo”, como lo dijera el gran Confucio del Mayo,
Luciano Román.
En fechas posteriores fuimos muchos los que hemos logrado
estudiar una carrera profesional, algunos con más éxito que otros, lo que es
normal ya que cada día hay más competencia.
El éxito de algunos, y el intento de todos, no se hubiera, ni
siquiera intentado, sin la participación valiosa de los maestros llegados de
muy lejos a nuestro pueblo. La lista de maestros llegados cronológicamente a
nuestro pueblo es grande, sin embargo, hay uno que sobresale por méritos
propios: el maestro Francisco Juvencio Franco Baca, a este maestro se le debe
recordar en una forma especial por haber sacado del anonimato a nuestro pueblo,
promoviendo el desarrollo del mismo en todos aspectos.
Recuerdo que me daba mucho coraje se expresara mal del general
Álvaro Obregón. Con el tiempo entendí el motivo: era originario del mismo
pueblo del general Felipe Ángeles, en el estado de Hidalgo, el soldado más
puro, preparado y humano que parió la Revolución, dándole la razón.
Según mi humilde opinión, también merecen mención especial
los maestros Enrique Ibarra y Arnulfo Gonzáles, hijos adoptivos de nuestro
pueblo.
Me estoy perdiendo en el objetivo especial de la presente
nota: reconocer a los verdaderos personajes de mi pueblo que, sin haber
estudiado, sin haber salido a prepararse, son muy queridos por la gente. Me
refiero a Guadalupe “El Wero” Figueroa y a Gilberto Cázares, muy amigos ellos
de todo el pueblo. Muy admirados por buenos deportistas, también muy trabajadores
y personas intachables.
Algunos de los mencionados ya se nos adelantaron, ya están en
el reino de los cielos, con la satisfacción del deber ya cumplido. Que sea esta
narrativa un homenaje para ellos, para el honor de sus familias. Que sepan que
la gente de nuestro querido pueblo es generosa y sabe reconocer a quien aportó
su granito de arena en la difícil evolución al progreso.
El pueblo de San Bernardo a visitarlo te invita. Un semillero
de talentos y de mujeres muy bonitas. Si no conoces mi pueblo créeme que te
estas perdiendo de algo especial.
*E-mail: ingenieroemilio@hotmail.com
Si,muy orgulloso de ser hijo de epifanio Lugo y muy buenos recuerdos de San Bernardo yo disfruté mucho mi niñez ahi
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