Las personas en general sólo leen lo que les hace sentir bien y en confianza, aunque sea una mentira.
Por Andrés A. Solis*
Estado de México/VdM, 24 de febrero
En este espacio platicamos sobre lo que es la Post Verdad, concepto que no es nuevo, pero que se ha vuelto a poner de moda como consecuencia de la desinformación.
Hay que recordar que esta Post Verdad se refiere a ese proceso de comunicación en el que las audiencias buscan sólo aquella información que va de acuerdo con sus pensamiento, ideas y emociones.
Es decir,
en tiempos de Post Verdad los públicos sólo consumen mensajes que ratifiquen su
manera de pensar y aquellos que le resultan contrarios o al menos innecesarios,
simplemente los desechan y descalifican.
Por eso
es sencillo a veces caer en la desinformación, porque las personas en general
sólo leen lo que les hace sentir bien y en confianza, aunque sea una mentira.
El pasado
3 de febrero, el periodista Jerry A. Coyne publicó en la Revista Letras Libres de México
un texto muy interesante titulado: “Las noticias en la era del posperiodismo”
(Leer aquí https://www.letraslibres.com/espana-mexico/politica/las-noticias-en-la-era-del-posperiodismo#.YBqtkvsNtUQ.twitter).
Un texto que inicia con su propia conclusión, que es contundente:
“La objetividad de la cobertura
informativa ha dejado de ser un fin para muchos medios mainstream. Eso implica la muerte del buen
periodismo”.
¿A qué se
refiere Coyne?
El colega
periodista no se refiere a la prensa mexicana, se refiere a muchos medios de
información en el mundo que están regresando a dos modelos que pensábamos
superados, pero que la era digital, la pandemia y la polarización política que
enfrentan países y localidades han dejado un campo fértil para este concepto
del Post Periodismo.
En primer
lugar, muchos medios en el mundo han dejado de apostar por el buen periodismo y
están regresando al modelo de convertir la información en mercancía para
garantizar de alguna manera su subsistencia financiera ante la crisis global
que empeoró con la pandemia por Covid-19.
En
segundo lugar, el modelo de negocios ha llevado a los medios de todos los
tamaños y todas las plataformas a buscar audiencias de “Nicho”, es decir, dejar
de buscar públicos en general (que yo siempre digo que el público en general
sólo es en los palenques) y entonces buscar acercar contenidos que atienda las
necesidades de información de esos públicos específicos.
El asunto
aquí es que estas audiencias de nicho se vuelven también en mercancía, porque
los medios los ven sólo como clientes que dan clic para alimentar sus vistas y
con ello justificar que tienen un público lector numerosísimo.
El tercer
aspecto y que es el que destaca el autor en su amplio texto, es que entonces
los medios están generando contenidos a modo, que le gusten a su público, no
sólo para legitimarse a sí mismos, sino en aras de no perder audiencia y con
ello mantener sus “números” para seguir vendiendo publicidad.
Los
medios, sostiene Jerry A. Coyne,
“han entrado una fase posperiodística en la que la objetividad de la cobertura
informativa ha dejado de ser un fin. Ese objetivo ha sido sustituido por un
periodismo que satisface a una audiencia de nicho… Implica un desgarrador giro
desde un periodismo de los hechos a un “posperiodismo” de opinión”
*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el programa “Periodismo Hoy” que se transmite los martes a las 13:00 hrs., por Radio Educación.
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