Sólo nos queda parte de una de las dos fuentes de abastecimiento: el agua del subsuelo y también ya se está sobreexplotando
Por Emilio Borbón Willis
Navojoa/VdM, 28 de marzo
La experiencia no son las cosas que hemos vivido, sino el número de cosas sobre las cuales hemos reflexionado.
En lo que a mí respecta en varias ocasiones se me ha llamado
y catalogado como un alarmista; sin embargo, he tenido la satisfacción de que
el tiempo me ha dado la razón, que estaba en lo correcto.
En materia de agua en la región tenemos que tomar medidas muy
drásticas, en beneficio de la población en general. El candidato a gobernador
por Morena, Alfonso Durazo Montano, es el único que ha tomado en cuenta este
problema.
La sequía es general, eso ni negarlo, pero no podemos
basarnos en el lema: “mal de muchos, consuelo de tontos”. Las medidas que se
tomaran, según el candidato, son para mi insuficientes. Se tiene que hacer algo
más y rápido, es más: no podemos en el Valle del Mayo esperar ni la elección, para
que Durazo tenga la autoridad para realizarlas.
Por otro lado, sólo seria de gestión, ya que como autoridad
estatal no tiene facultades de orden federal, como lo es en materia del agua.
Se acabó el agua en la presa Adolfo Ruiz Cortines; será un
duro golpe a la economía regional, y el impacto será sobre todo en el área
rural, al no haber cultivos sociales, como son las hortalizas.
Es ahora y aquí cuando se agiganta la idea del presidente
Andrés Manuel López Obrador de aumentar las pensiones y los apoyos directos a
la clase humilde, ya que no tendrán por mucho tiempo más ingresos.
En lo referente el agua, tenemos en el Mayo dos fuentes de del
agua abastecimiento: el agua de gravedad o de presa, así como la del subsuelo o
de pozos. Siendo el agua del subsuelo la que tiene dos funciones: la agrícola y
la de público urbano, y por tanto es la que debemos cuidar más, teniendo una
estricta vigilancia en su extracción, sobre todo cuando no llueve.
En el Valle del Mayo ya cruzamos por ambición la línea de
peligro, estamos en el camino que recorrió Hermosillo y no entendemos. Ya
estamos sobrexplotando el acuífero, ya estamos consumiendo el agua de reserva, la
cual no puede usarse en la agricultura ya que sólo nos queda esta fuente de
agua segura, que es el agua de los pozos.
En esta ocasión el problema fue por la sequía, y en otras experiencias
o situaciones similares el motivo ha sido una mala planeación.
En la década de los ochentas vivimos una situación parecida.
Sacamos los trigos sembrados a partir de diciembre, con dos riegos de auxilio y
con apoyo del clima, no se abatió la producción.
Posteriormente, ya con el distrito transferido y con el afán
de tener más ingresos, se programó más área de siembra, pero no hubo como en este
ciclo una supervisión y gobernanza, y el agua no alcanzó.
En esa ocasión hubo hasta suicidios de productores, se
gastaron millones al poner hasta bombas en el embalse de la presa. Mi
advertencia fue que el agua no llegaría a Tesia, como así finalmente sucedió.
El agua del subsuelo es la que más debemos de cuidar. Esa le
pertenece por ley primero a la población. El agua del subsuelo se comporta
igual a una cuenta bancaria de nómina: los ingresos son las recargas-la natural
y la inducida-. La recarga natural en el Mayo son el agua de lluvia y los
escurrimientos por el río; por otra parte, la inducida, es la que se infiltra
de riegos y tuberías rotas del agua potable. En este ciclo sacamos más de
nuestra cuenta de nómina, cayendo en el endeudamiento.
*E-mail: ingenieroemilio@hotmail.com
*Foto cortesía: Distrito de Riego del Río Mayo
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