El apóstol del árbol en México: su influencia en el Sur de Sonora y la formación de la Alameda de Navojoa.
Navojoa/VdM, 10 de julio
Su familiar tenía solvencia económica, educándolo de la mejor
manera, por lo que Miguel Ángel acudió a las mejores escuelas de su época, hasta
finalmente graduarse de Ingeniero Hidráulico.
Miguel Ángel de Quevedo llegó a México ya como un destacado
profesional, habiendo diseñado en París las bases para la edificación de la Torre
Eiffel, contratándolo inmediatamente el gobierno de Porfirio Díaz, iniciando su
inmensa labor por el medio ambiente del Valle de México.
Con sus ahorros compra un terreno, donando parte para el
establecimiento de un vivero; posteriormente donó el resto de la propiedad para
ampliar y multiplicar más especies vegetales, traídas de muchas partes del
mundo, entre ellas el álamo procedente de la Republica Dominicana.
En esos terrenos donados por el primer ingeniero agrónomo
ambientalista de México, se estableció lo que hoy conocemos como Vivero de Coyoacán,
donde se han producido los árboles gracias a los cuales la Ciudad de México aún
se conserva. Se estima que si no se hubieran plantado los cinturones verdes de Quevedo
en el Valle de México, con 2.4 millones de árboles por año, la ciudad ya
hubiera desaparecido, vía inundaciones o por falta de agua en el subsuelo, por
falta de lluvias como efecto de la falta de árboles.
Cabe decir que se salvó de milagro de los instintos asesinos
de Victoriano Huerta, ya que se opuso a la extracción de árboles de los parques
de la Ciudad de México, al pretender el usurpador llevárselos a su rancho, por
lo cual ordenó su muerte, salvándolo un grupo de amigos, mandándolo fuera de México.
A su regreso ya con Carranza en la Presidencia, funda la Sociedad
Mexicana Forestal, antecedente de la actual Ley Nacional Forestal y de Vida Silvestre.
Se preguntarán ustedes ¿qué relación existe entre este
personaje y Navojoa?, les explico. No es una casualidad que fuera el año 1923
cuando llegan a Navojoa los primeros álamos. Sabrán que estaba en la
presidencia de México el general Álvaro Obregón; también estaba en la presidencia
de Navojoa, su amigo y compañero de armas, orgullo de Masiaca: el General Román
Yocupicio.
Dos años antes había iniciado en Navojoa el primer intento de
reforestación, al ordenar el presidente municipal al profesor Leonardo Magaña
la plantación de ceibas donadas por el Ayuntamiento de Culiacán, en el anillo
de las ocho calles de la recién trazada Plaza Municipal. Cabe aclarar que la raíz
de cada ceiba se puso en una botella.
El censo de población de la villa de Navojoa y sus cinco
comisarias, arrojaba una población total de 18, 829 habitantes (9,045 hombres y
el resto de mujeres, siendo 750 mujeres más que hombres, por efectos de la recién
pasada Revolución).
Verán el incremento de la población en 100 años; también verán el decremento en la población infantil en la promoción al amor a la naturaleza y a la conservación de las áreas verdes, que se inculcaban al educando en las escuelas, siendo los alumnos de la Escuela Navojoa, ubicada frente a la iglesia, quienes plantaron los primeros álamos en la Alameda de Navojoa, el 11 de agosto de 1923, llevando el viento las semillas río arriba y la corriente río abajo.
*E-mail: ingenieroemilio@hotmail.com
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