Es necesario instalar medidores en los tomas domiciliarias para tener un control en el consumo del agua potable.
Navojoa/VdM, 06 de julio
Digamos, pues, una de las desventajas que se tienen al no
contar con medidores volumétricos totalizadores en cada toma. Es sabido que lo único
que nos hace reaccionar a los mexicanos es aquello que nos llega al bolsillo;
si tenemos una toma que carece de medidor, pues siempre la mantenemos abierta: en
fin, el cobro es el mismo.
Nos importa un comino que ese volumen, gastado sin necesidad
por nosotros, le está haciendo falta a otra persona ubicada en la parte más
alta de la ciudad, cuya presión se escapa por tanta toma abierta simultáneamente,
cuando realmente no requieren el agua.
En lo referente al pago, lo justo es que pague más quien
gaste más. Eso solo lo haremos realidad instalando medidores, como lo hace la Comisión
Federal de Electricidad (CFE). No son tan costosos, años atrás se contaba con
ellos, cuando Navojoa tenía el 40% de la población actual.
La hidrometría es tan útil que fue la que determinó cuánto
era el volumen de combustible que se robaban a diario los huachicoleros de México.
Descubrió también las tranzas que se hacían dentro del personal de PEMEX, al
estimar un 11% de combustible evaporado, cuando realmente solo es el 3%; se
robaban por este concepto 2,000 millones de pesos diarios los funcionarios de la
empresa estatal petrolera.
Me llena de orgullo que haya sido un agrónomo quien, mediante
una eficiente hidrometría, permitió calcular este robo a la nación. La
eficiencia de conducción en la red de agua potable no se sabe, por la sencilla razón
que no sabemos cuál es el volumen servido. Me atrevería a decir que tampoco se
sabe el volumen extraído de los pozos. Así cómo vamos a saber cuánto se pierde
en la distribución.
Se calcula de la siguiente manera. Son tantas tomas por lo
que pagan mensual y la recuperación es tanto. Es pues un cálculo sólo
financiero, tan injusto como ilegal.
La parte Oriente de la ciudad es la que más ha crecido los últimos
50 años, y los motivos son varios: uno de los principales es el costo de la
tierra, ya que al Norte, al Sur y al Poniente son terrenos de cultivo con alta plusvalía,
que son imposibles de pagar por la gente pobre.
Ahora, sí que lo barato cuesta caro. Caro pagan un recibo de
agua, cuyo servicio es muy deficiente por la razón de una baja presión, causada
por la falta de medidores. Al no contar con ellos, mantienen las tomas abiertas
causando una baja presión en las partes altas de la ciudad, como lo es la parte
Oriente.
La inquieta, y muy trabajadora presidenta municipal, acaba de
ampliar la red de agua potable a una nueva colonia. Qué bueno, porque todos
requerimos de agua. Sin embargo, esto vendrá a agravar más el problema, el cual
el alcalde entrante deberá de entrarle con las cuatro ruedas.
Me he tomado la libertad de hacer recomendaciones para remediar
el problema en un futuro, y tomemos a Los Mochis como ejemplo. Esa ciudad sinaloense
depende exclusivamente del agua de presa para cubrir las necesidades de la población.
En este momento están poniendo bombas dentro del cauce de la presa Huites para
transferir agua a la presa Miguel Hidalgo, luego, vía canales, hacia la ciudad
cañera. No es conveniente poner todos los huevos en una misma canasta.
*E-mail: ingenieroemilioo@hotmail.com
Comentarios
Publicar un comentario