Rebeca Valenzuela ganó el bronce en impulso de bala en Tokio 2020
Hermosillo/VdM, 07 de septiembre
Tal y como tomó la segunda medalla en Juegos Paralímpicos, la
para-atleta sonorense Rebeca Valenzuela acogió el recibimiento que le dieron en
Sonora, después de su proeza en Tokio 2020.
La medallista arribó al aeropuerto Ignacio L. Pesqueira de
Hermosillo al lado de su equipo completo de trabajo: el entrenador de origen
cubano, Raidel Lázaro Mantillas y el fisiatra sonorense Edgardo Ballesteros,
donde la esperaban familiares, amigos y autoridades deportivas; así como un
mariachi entonando las notas de "Sonora Querida".
El pasado jueves 2 de septiembre, la lanzadora de
para-atletismo de la categoría de Ciegos y Débiles Visuales logró conquistar la
medalla de bronce en impulso de bala F12, con un disparo de 13.72 metros -en su
cuarto intento- para emular la presea que consiguió hace cinco años en Río 2016.
“Estuvimos 17 meses de fuera de competencia (por la
pandemia), representó un reto grande, no fueron cuatro sino cinco años (del
ciclo), veníamos sin expectativas porque muchas competidoras estaban sin marcas
desde el 2019 y eso nos tenía con un poco de incertidumbre”, indicó.
Récord personal
Para adornar su actuación, impuso un nuevo récord personal y
de paso continental, sacando la casta para apoderarse del tercer lugar y la
presea de bronce, sobreponiéndose a la lluvia que fue un enemigo no esperado
para todas las lanzadoras.
“La verdad estaba como en un momento de rivalidad por el
tercer lugar (con la griega Manolis Stefanoudakis que finalizó cuarta),
concentrada en lanzar más sin buscar un récord, sólo quería la medalla, cuando
lancé lo metí (los 13.72) y, a partir de ahí, tuve más seguridad en el control
del círculo”, agregó.
El momento sublime de subir al podio, después de un ciclo atípico frenado en momentos por la pandemia, fue algo extraordinario para la hermosillense, quien festejó como nunca la presea de Tokio 2020.
“La verdad hasta yo quedé sorprendida, fue una proeza emocionalmente para mí, para mi gente, tras el suceso me puse a buscar a mi ‘profe’ y a Edgardo en las gradas, en donde no había público ni una cara conocida. Estar en el podio representó tantas cosas: una emoción que te asfixia, impresionada por la adrenalina, no sabía si reír o llorar, la verdad lo disfruté mucho, lo pienso y me vuelvo a emocionar”, destacó sonriendo.
Buscará otra medalla
Luego de cerrar el ciclo de competencias con esa medalla de
bronce en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020, Valenzuela Álvarez tendrá un
breve descanso de un mes para retomar los entrenamientos con más bríos en busca
de nuevos retos.
“Claro que vamos por la próxima medalla paralímpica (en París 2024), si esperamos cinco podemos aguantar tres años. Esto no para, está el Campeonato Mundial de Para-Atletismo en julio del próximo año y el 2023 son los Juegos Parapanamericanos, y además hay otro Mundial; después ya vienen los Juegos Paralímpicos. Por lo pronto a descansar y regresamos en octubre a entrenar”, finalizó.
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