Por Teresa González
Recordar el daño ecológico que causan las colillas de cigarro no paso desapercibido para un grupo de jóvenes que se dieron a la tarea de recolectarlas por el boulevard Centenario.
Karla Ballesteros Beltrán una joven ecologista y empresaria participó en la actividad, junto con sus compañeros que, además de juntar colillas de cigarro, levantaron basura, principalmente plasticos.
A la recolección de colillas de cigarro se unió personal de la Jurisdicción Sanitaria Número 5 del área de Promoción a la Salud y sus respectivos hijos.
En un periodo de dos horas se logró llenar una cubeta de colillas de cigarro, el producto deshechado será usado para elaborar material de concreto, explicó Karla Ballesteros.
Esta misma actividad, explicó se realizó en todo el estado como un recordatorio del grado de contaminación que estamos generando al tirar las colillas al suelo.
El informe de Ocean Conservancy afirma además que las colillas contaminan los océanos tanto como los plásticos y que su presencia está por encima de residuos como envoltorios, botellas, tapones y bolsas de plástico. El estudio denuncia además que las colillas no solo contaminan las aguas, también son ingeridas por error por los peces y otros animales.
“Además del daño a los ecosistemas oceánicos y a los peces, no está de más recordar que el ser humano, después, ingiere esos peces”, afirma la Fundación Aquae. “Las colillas poseen acetosa de celulosa, en esencia una forma de plástico, que resulta muy perjudicial para el medio ambiente. Porque los filtros tardan en descomponerse y, cuando lo hacen, liberan las sustancias contaminantes que han absorbido del humo: nicotina, arsénico, plomo…”
Dos tercios arrojados al océano
Según datos de esta organización, nuestro país arroja a las playas el 15% de los más de 32.800 millones de cigarrillos que consume al año. A nivel mundial, de los más de 5,6 billones de cigarrillos que se fabrican, dos tercios terminan en el océano. Según la ONG Surfrider Foundation, las colillas de los cigarros son ya el 40% de los residuos que se encuentran en el mar Mediterráneo.
A pesar de las cifras, cada día es más habitual ver a personas limpiando las playas y los espacios naturales de la basura que encuentran a su alrededor. El movimiento ecológico a nivel internacional ha llegado a las redes de la mano de hashtags como #FillTheBottle que mueven cada día a más personas a movilizarse por el planeta.
En un informe de 2017 sobre el impacto medioambiental del tabaco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de que cada año generamos entre 340 y 680 millones de kilos de residuos procedentes de la industria del tabaco.
“Las consecuencias ambientales del consumo de tabaco lo trasladan de ser un problema individual a ser un problema humano”, afirmó en aquel informe Oleg Chestnov, subdirector general de la OMS. “No se trata solo de la vida de los fumadores y de quienes les rodean, o incluso de aquellos involucrados en la producción de tabaco. Lo que ahora está en juego es el destino de un planeta entero”.
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