En México hay prensa libre que debemos proteger y defender por el bien de la sociedad.
Por Andrés A. Solis*
Estado de México/VdM, 23 de septiembre
Este año es el del verdadero Bicentenario. Aunque durante todo 2010 nos trajeron por todos lados el asunto este del Bicentenario de la Independencia de México, en realidad este año 2021 es en que realmente México cumple sus primeros 200 años como nación independiente.
Fue en 1821 cuando finalmente la Corona española reconoció que México se independizaba y se convertía en una Nación libre y comenzó a constituirse como tal.
Años antes, en 1813, José María Morelos y Pavón instaló el primer congreso mexicano en Chilpancingo de donde surgieron los primeros preceptos de lo que posteriormente fue la Constitución de Apatzingán, la primera carta magna de nuestro país.
Esto es relevante porque desde ese entonces se pensaba en una prensa libre; una idea que venia desde la Revolución Francesa y que mostraba la importancia del derecho a la libertad de expresión de todas las personas y el derecho que las y los periodistas tienen para ejercer su labor en libertad, sin persecución.
En este, el verdadero Bicentenario de la Independencia de México, vale la pena sentarnos un momento a reflexionar qué tanto hemos alcanzado este ideal de la prensa libre.
¿En México hay prensa libre?
Nuestro país sigue sumido en una crisis de derechos humanos y de seguridad pública provocada por el crimen organizado y por la inacción y displicencia del Estado Mexicano en todas sus expresiones.
Las bandas criminales y el poder público se han convertido en lo que va de este siglo en los peores enemigos de la prensa y sus periodistas.
La impunidad en los crímenes que se comenten contra medios y periodistas ha abierto la puerta para que otros sectores se crean con el mismo poder y las propias organizaciones sociales se han volcado en contra de quienes antes veían como aliados naturales.
En México, el poder económico extorsiona y erosiona de la misma manera el ejercicio del periodismo para conseguir que sus negocios caminen de acuerdo a sus intereses.
En este renglón se cuentan muchas empresas de medios que sólo se indignan cuando alguna agresión les toca a la puerta, pero no se conduelen cuando cualquier otro periodista es víctima. Muchas empresas de medios son parte del clima de violencia contra periodistas porque no pagan buenos salarios, no ofrecen contratos legales, no dan prestaciones y en cambio exigen largas jornadas de trabajo y entrega de cuotas informativas.
Este no ha sido un panorama favorable para la prensa libre en México,
pero pese a este clima desolador, es posible hablar de la prensa libre, porque sí hay esfuerzos por hacer bien el trabajo, por hacerlo de manera profesional.
En el país hay medios y periodistas que piensan en la audiencia antes que en los que pagan publicidad; piensan en cumplir con su objetivo de dar información útil al público en vez de quedar bien con los poderes políticos, sociales o económicos.
Pese a muchas cosas, si, en México hay prensa libre que debemos proteger y defender por el bien de la sociedad.
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*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el programa “Periodismo Hoy” que se transmite los martes a las 13:00 hrs., por Radio Educación.
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