El riesgo del Plan de Justicia Yaqui de quedar sólo en buenas intenciones, como sucedió con Lázaro Cárdenas.
Por Emilio Borbón Willis
Navojoa/VdM, 15 de noviembre
Se me ha pedido exponga mi punto de vista sobre la posibilidad de lograr en totalidad y en corto tiempo el Plan de Justicia Yaqui, en el renglón del agua.
Una vez analizado históricamente el caso, técnicamente puedo
asegurar lo siguiente: el Distrito 18 de las colonias Yaquis ha sido un
principio muy mal diseñado. Tendremos
que irnos a 1940, cuando el presidente Lázaro Cárdenas decretó que se le daría
a los yaquis la mitad del agua que captara la presa que en ese entonces estaba
en construcción, llamada “La Angostura”, a la que después se le dio su nombre.
El segundo párrafo de dicho decreto dice que además de la
mitad del agua de la nueva presa, la tribu yaqui recibiría toda el agua no
controlada, es decir de los afluentes del Río Yaqui, descontando el Río
Bavispe, sobre el cual se ubica dicha presa.
Los grandes técnicos que hicieron fuerte al Valle del Yaqui,
entre ellos el Dr. Ildefonso de la Peña de la Torre, se enfocaron a beneficiar
a los agricultores del margen izquierdo del río, es decir: a los que corresponden
al Distrito 041. En ningún momento vieron la buena intención de orientar a
quien más lo necesitaba: la tribu yaqui, por el contrario se diseñó el Distrito
018 de las colonias Yaquis con un canal alimentador que los limitaba a sembrar
tan sólo 25 mil hectáreas, aunado a lo anterior tuvieron una lenta ampliación
en su frontera agrícola, mientras al margen izquierdo su zona de riego pasaba
en ocho años de 52 mil a 108 mil hectáreas, con sus amplios canales El Alto y
El Bajo, con capacidad de regar 10 veces más que el canalito del margen derecho
de la tribu Yaqui.
Vale la pena mencionar que no se acepta que haya sido un error
de planeación. Llevar un largo canal paralelo al río, regando partes bajar de
la zona yaqui, que tendrían grandes pérdidas de conducción y ensalitramiento
temprano por lo somero del manto freatico y la cercanía al mar, como así
sucedió.
En vez de concentrar áreas al margen izquierdo y derecho, y
optimizar el agua, tal vez se pensó: hectárea que deje de sembrarse en el
margen derecho, agua que usaremos en el margen izquierdo, como ha sucedido
históricamente.
Enterado de todo lo aquí señalado, el presidente Andrés
Manuel López Obrador ha ordenado el Plan de Justicia Yaqui, que si no se
realiza en el período de su gobierno corre el riesgo de quedar sólo en buenas
intenciones, como sucedió con Lázaro Cárdenas.
Se tiene el problema de cómo hacer llegar el agua a las
nuevas áreas que deben ahora seleccionarse correctamente, reubicando áreas
ensalitradas y sumarlas a las nuevas autorizaciones, abriendo, ahora sí, la
superficie que tiene la etnia yaqui al margen izquierdo, con la prolongación de
los canales ya existentes en el Distrito 014.
Ya se hicieron llegar las alternativas de solución a la falta de capacidad de la red, entre ellas la construcción de un canal paralelo a la sierra del Bacatete, por lo menos de 40 metros cúbicos por segundo, capaz de darle servicio a 40 mil hectáreas, además otras tres alternativas viables, desechando otra propuesta mañosa que se hace: construir un canal desde el Novillo, que considero una propuesta nueva pero con dolo y mala fe.
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