"No veo un plan de prosperidad a futuro": ciudadano
Por Teresa González
Navojoa/VdM, 04 de enero
Responderé a varios cuestionamientos de un lector. La primera pregunta fue: ¿Qué se está haciendo en los municipios por el cambio climático?.
A decir verdad.. ¡no lo sé!. Pero estamos obligados a investigar el ¿qué?. Por lo general, hablar de medio ambiente o cambio climático nunca está en las agendas de los municipios, los problemas económicos que heredan de sus antecesores y resolver los servicios básicos -al menores eso creo-, son dos temas que consumen parte de su tiempo. Y a quiénes alguna vez les interesó el tema se dedicaron a tomarse la foto con un arbolito, pena ajena aparte.
¿Cuál es el plan para combatir la sequía?. Otra gran pregunta para indagar, aunque sobra literatura acerca de lo que tienen que hacer los gobiernos para mitigar la sequía si ésta llegará a presentarse; dependerá de la disponibilidad que tengan los alcaldes de los municipios del Sur para escuchar a los que saben y conocen del tema.
La historia de Sonora, dentro de los planes hidráulicos, contemplan una serie de acciones que se deben tomar en cuenta, particularmente para garantizar y dar prioridad al abasto de agua en los hogares y cómo evitar que surjan las injusticias sociales por distribución del agua, entre otros puntos.
Sonora ya vivió una etapa de severa sequía en la que murió una gran cantidad de ganado y, por consiguiente, hubo agravios entre los que se apoderaron del vital liquido y los que no tenían acceso a ella.
¿Cómo van a resolver el problema de la movilidad urbana?. Otra pregunta que amerita ser investigada. En Navojoa, por ejemplo, es un gran problema el deficiente servicio de transporte urbano, tardío y con unidades que parecen salidas de ultratumba, a parte de sucias y mal olientes.
La presencia cada vez mayor de motocicletas que no encuentran áreas de estacionamiento, los fallecimientos de ciclistas que optan por el uso de ese vehículo y no son respetados al transitar por las calles. De hecho, han tenido que buscar rutas alternas fuera de la ciudad para poder disfrutar de su paseo en bicicleta. En Huatabampo, por poner un ejemplo, que ya es necesario el uso de parquímetros, estacionarse se ha vuelto un viacrucis.
En fin, remató el lector: "Veo muchas propuestas pero todas a corto plazo de problemas añejos". "No veo", dijo, "un plan de prosperidad a futuro". "¿O será que sólo se está pateando el bote?".
Así como este lector, muchas personas terminan desencantadas con nuestros gobernantes, y no importa al partido al que pertenezcan. Al final hay un dejo de desesperanza y desmotivación entre quienes quisiéramos ver que dentro de las agendas municipales pudieran contemplarse temas relacionados con el cambio climático o, ya de perdida, a una ciudad verde.
En el caso de los municipios de Sur de Sonora, hasta donde tengo conocimiento, los temas ambientales nunca son prioridad de ningún sector, excepto de ambientalistas que realizan actividades por su cuenta en el cuidado y siembra de árboles.
Se ha hecho mención de grandes proyectos de reforestación en la Cuenca del Río Mayo, pero todo queda trunco por intereses personales y de los titanes de la agricultura. La quema de gavilla a la que nos hemos acostumbrado cada ciclo en pleno Verano, con temperaturas por arriba de los 40 grados.
Basureros clandestinos que afean las ciudades; el exceso de perros callejeros y la falta de agua que se volvió un grave problema social en todos los municipios, y ciudades sin verdaderos rellenos sanitarios.
De todo esto no se han hecho cargo los alcaldes, cada quien gobierna nuestras ciudades de acuerdo a su bagaje cultural y el de los asesores, si es que tienen. La entrega de uniformes, un balón, participar en una conferencia vía Zoom, viajar a otro estado y llegar con las manos vacías, o informar que estuvo con un personaje "importante", son acciones de rutina banales para justificar que están haciendo por su ciudad.
Ningún alcalde ha peleado para que los gobernadores en turno volteen al Sur de Sonora. La llegada de capitales se concentra en el Norte, sin que hasta el momento se quiera invertir aquí, y con justa razón: nadie en su sano juicio llegaría a un lugar donde ni siquiera se va garantizar el abasto de agua las 24 horas.
En el Sur de Sonora nos hemos quedado varados en el tiempo, su población crece a la par que sus necesidades en atención a servicios básicos, los mismos de siempre, los mismos que trienio con trienio son heredados y con más dificultades para ofrecer soluciones a corto plazo. No obstante, para muchos de los que han gobernado han sido tiempos de bonanzas (autos nuevos, casas nuevas, ranchos y lo que se le sume), total una "quemada" publica de un rato bien vale la pena. ¿Oh, no? .
Así que sólo queda indagar si en las agendas de los alcaldes de los cuatro municipios de la región les importa el cambio climático.
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