La responsabilidad de cada periodista es dar información verificada, documentada, contrastada…
Por Andrés A. Solis*
Estado de México/VdM, 15 de febrero
La evolución de los derechos humanos nos ha llevado a trascender del Derecho a la Libertad de Expresión a los Derechos de Información.
El primero, reconocido en el mundo desde el pensamiento filosófico de la antigua Grecia, que se fue modelando durante el periodo llamado La Ilustración, se consolidó con la independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa y terminó incluyéndose en la declaración de la Organización de las Naciones Unidas en 1948.
El Derecho a la Libertad de Expresión es un derecho humano, nos pertenece a todos y todas y nos toca cuidarlo, promoverlo y defenderlo, pero de ninguna manera es un derecho ilimitado ni es un permiso anticipado para acusar en falso, ofender, denostar, descalificar ni mentir, como ahora peligrosamente quieren hacer creer ciertos personajes.
La evolución de este derecho nos ha permitido llegar ahora a los Derechos de Información, donde se agrega el derecho que tenemos todas las personas a ser informadas, a recibir información y a difundir información. El requisito aquí es que esa información que podamos ofrecer sea de interés, de utilidad y sobre todo que sea cierta, real y verificada. Eso es parte del periodismo profesional.
La responsabilidad de cada periodista es dar información verificada, documentada, contrastada, cosa que no hace el resto de las personas que no son periodistas; sin embargo, cuando esta información proviene de una entidad de gobierno o de una persona funcionaria pública, entonces sí es obligatorio dar datos certeros, porque es un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas y una obligación de ley.
México ha avanzado positivamente en materia de derechos y aunque la sociedad ha sido sobresaturada de información manipulada desde diversos frentes y exacerbada en las plataformas socio digitales, lo cierto es que las personas han aprendido también a diferenciar el buen periodismo de aquel que no le aporta nada.
En estos días complicados, es un buen momento para recordarle a nuestras audiencias, a las personas que nos leen, nos ven o nos escuchan, que sigan confiando en periodistas que intentamos darles información útil, verificada, contrastada, revisada hasta el cansancio, para no contribuir con la desinformación ni mentirle.
Los derechos de información siguen siendo derechos de todas las personas y nuestra obligación es dar certezas, datos, información importante, no chismes ni mucho menos supuestas percepciones de quienes usan la palestra pública.
*********
*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el programa “Periodismo Hoy” que se transmite los martes a las 13:00 hrs., por Radio Educación
Comentarios
Publicar un comentario