Funcionarios federales han incumplido a una orden del presidente de investigar e informar sobre el proyecto Huites-Fuerte Mayo.
Por Emilio Borbón Willis
Navojoa/VdM, 09 de noviembre
Medio siglo antes me había ganado el honor de visitar al presidente, por ser el alumno más aplicado de la región, sin embargo un accidente fatal de mi hermano mayor me impidió ese glorioso momento.
La justicia es divina y me regresó la oportunidad en mi mismo pueblo y abogando por los campesinos de Sonora, tal como lo soñamos mi amigo y compañero de mesabanco, Juan de Dios Terán, sacrificado en el Valle del Yaqui.
Fue la lider regional María de los Angeles Verdugo, de la región Fuerte-Mayo, quién habló con el primer mandatario. Este servidor, como asesor técnico y legal de los campesinos, le expuso en pocas palabras el despojo de agua de riego que Sinaloa está haciendo víctima a los campesino del Sur de Sonora.
El Presidente instruyó a Jorge Taddeiorge Taddei Bringas, delegado de la Secretaría de Bienestar y representante del gobierno federal en Sonora, y Martín Preciado, coordinador de la dependencia en el Sur, a atender este problema e informarle.
Más recientemente, el Presidente dio a conocer los ocho proyectos de impacto regional en materia de agua en el país y no aparece la terminación del proyecto Huites-Fuerte Mayo. Tampoco aparecieron por la región ni Taddei, ni Preciado, motivo por el cual ese proyecto incluso no fue tomado en cuenta en las inversiones del año entrante, por eso afirmo y reafirmo que el Presidente está mal informado, por lo menos en el sector hídrico.
Tal vez estos funcionarios, que se dicen superdelegados, no quieren usurpar funciones de los que son responsables directos: el gobernador, senadores y diputados federales y locales, así como alcaldes, los cuales, en un cuarto de siglo, no han podido finiquitar el proyecto.
Lástima que la líder Guadalupe Martínez Cruz, del Consejo Nacional de Sociedades y Unidades de Campesinos y Colonos (Consucc), falleció recientemente. Ella tapó la Carretera Internacional y bloqueó la avenida Insurgentes, en la Ciudad de México, así fue como consiguió las últimas dos concesiones de agua agrícola con que cuenta el Módulo 2 del Fuerte-Mayo, de 1,800 y 2,000 hectáreas, respectivamente.
Ojalá la nueva diputada federal se informe lo que hizo por los campesinos de su región esta señora. Que la imite y consiga, que se expidan las dos concesiones faltantes, de 5,000 hectáreas para el Módulo 1, y de 11,200 para el Módulo 2, para que se cumpla con el proyecto Huites-Fuerte Mayo, un convenio presidencial con grado de decreto, firmado el 30 de enero de 1992.
Basta que la diputada federal logre la oficialización del Distrito de Riego Fuerte-Mayo, mismo que yo propongo que se oficialice como Dr. Ocaña. Ella estaría asegurando su avance y ascenso en su carrera política, es fácil lograrlo, sólo acordar con los demás diputados que exijan el cumplimiento de ese compromiso, un proyecto ejecutivo.
El canal oficial de gestoría es la diputada federal, no debe permitir que le "coman el mandado", que se repita lo sucedido con la presa Pilares, una obra que ha llegado a que los campesinos planeen hasta derribarla, aprovechando el volumen muerto y evaporado que les está impidiendo establecer por lo menos 5,000 mil hectáreas en el Valle del Mayo. Afortunadamente, y sin pensarlo, los indígenas huarijius, que también son mexicanos, se verán beneficiados con esta obra, aunque en detrimento del área del valle.
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