Los “mareados en ladrillo”
Por Teresa González
Navojoa/VdM, 07 de enero
El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, y el
secretario de Salud, José Luis Alomía Zegarra, estuvieron en Navojoa y, casualmente,
su visita incluyó un recorrido por el Centro de Salud de Navojoa.
Ahí tuvo la oportunidad de saludar a trabajadores del área
Covid-19, los que se habían manifestado por haber recibido la notificación de
que serían despedidos, y los mismos que le dieron la bienvenida y hasta le
dieron un agradecimiento de que los hayan vuelto a recontratar.
El Gobernador quiso corroborar con sus propios ojos el
descontento que hay en la jurisdicción Sanitaria número 5, con la llegada de
Alberto Güereña Gardea y la jefa de Enfermeras, Claudia Velderrain.
Esto fue lo que le plantearon los empleados:
En su oportunidad, Ninfa Lorena Estrada, secretaria general
del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Secretaria de Salud, expuso lo
siguiente: “No me invitó el Jefe Jurisdiccional. No le voy a decir muchas
cosas, solamente le vengo a pedir en nombre de los compañeros que hablen con el
doctor Güereña y con Claudia Velderrain, que cambien de actitud para el trato
de los trabajadores.
“Muchas veces hemos sentido lastimados y pisoteados, ustedes ya están enterados. No estamos pidiendo que los corran, si no que cambien de actitud hacia los compañeros. Conmigo nunca han hablado, no hay buena relación. Yo no tengo nada que esconder, ustedes hablen con él para que cambien de actitud”.
Lamentablemente, están llegando personajes a los diferentes
cargos que se han “mareado” subiendo a un primer ladrillo. Y esto pasa
incluso con algunos alcaldes, que ya no tocan piso. Sin embargo, el caso más
visible es el de Alberto Güereña Gardea, que desde su nombramiento como jefe
jurisdiccional le dio por tomar el garrote y menospreciar, no sólo el trabajo
de quienes están ajenos a la política, sino de hasta darse el permiso de
insultarlos y hasta de correrlos sin previo aviso.
Por enésima vez lo menciono: la llegada de políticos a áreas
tan importantes como son las jurisdicciones sanitarias, ha demeritado la atención
de salud de la población. Esos cargos se han prostituido para servir como “trampolín
político”, y en este sexenio no ha sido la excepción.
Sin embargo, para el gobernador Durazo será una decisión difícil pedirle la “bola” a Güereña Gardea porque representará admitir que se equivocó en darle ese nombramiento. De todos modos, ya se convirtió en una estorbosa piedra en el camino.
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